[IMHICIHU] Imaginarios sobre San Carlos de Bariloche, más allá de las dicotomías

[IMHICIHU] Imaginarios sobre San Carlos de Bariloche, más allá de las dicotomías

Por Brenda Matossian (IMHICIHU)

Doctora en Geografía, Investigadora Asistente de CONICET en el IMHICIHU, especialista en Desigualdades socioterritoriales, lógicas residenciales y migraciones: entre los paisajes y los imaginarios urbanos en barrios de San Carlos de Bariloche

¿Cuántas Bariloches entran en Bariloche?

A raíz de un informe emitido en un canal de aire argentino en el que se prometía mostrar “El otro Bariloche” surgieron una serie de preguntas acerca de esta ciudad, las imágenes geográficas y las representaciones turísticas que se construyen desde los medios de comunicación masivos acerca de la misma, las intencionalidades y responsabilidades implicadas en estos procesos de comunicación.

Se trata de cuestiones, problemáticas e inquietudes en las que trabajo y a las que desde hace varios años dedico buena parte de mis tareas de investigación sobre esta ciudad, desde la perspectiva de la Geografía Social.  

¿Por qué existe esta percepción mediática de una cara oculta?

En un primer nivel de análisis se puede afirmar que la precepción del  paisaje de una ciudad cuando se la visita y se permanece en ella poco tiempo, representa  habitualmente la visión de un “turista”. El turista, en rasgos generales, busca conocer los lugares más atractivos, más “bellos”: lagos, montañas, nieve, elementos de un paisaje que, a partir de un cúmulo de imaginarios geográficos nutridos por la televisión, las revistas, los diarios, Internet, libros, folletos, postales, etc., espera ver. Estos lugares también pueden ser utilizados como productos turísticos: la Bariloche de los estudiantes en viajes de egresados, la Bariloche del Cerro Catedral y sus pistas de sky, la Bariloche del turismo aventura y la pesca, la Bariloche vinculada a los campings, en contacto directo con la naturaleza, entre otras posibles. En este sentido, el informe habla de la existencia de una cara oculta en contraposición a estos productos turísticos y, al mismo tiempo, agrega una marcada intencionalidad, también política, al decir “lo que nadie te muestra es la ausencia total del Estado”.

Centro cívico y Bariloche Center- Acto día del Inmigrante

¿Qué significa que haya “otra” Bariloche?

Todo el relato de la nota se encuentra sustentado por una interpretación binaria de la situación social de la ciudad, con sólo dos Bariloches posibles. Que haya un “otro”, un revés, implica que exista “una” Bariloche, la (re) conocida. Pero reconocida ¿por quién o quiénes? La imagen que se supone cuestionada por el informe es la  de la“Suiza argentina”. Sin embargo, esta idea dista mucho de ser novedosa y posee un trasfondo mucho más complejo que el de un modelo binario, dual, de dos caras. La idea de la Suiza argentina, como ya han destacado distintos científicos y científicas sociales (desde la Geografía, la Historia, la Antropología y la Sociología) fue construida desde un discurso hegemónico a partir de fines del siglo XIX. Se buscó consolidar un relato histórico único, de una sola voz, basado en supuestos tales como un poblamiento blanco, centroeuropeo “pionero” que, al mismo tiempo, niega protagonismo a otros grupos de población de gran importancia. En primer lugar, a quienes habitaron la región con anterioridad a la colonización y a la formación de los estados nacionales argentino y chileno: los distintos pueblos indígenas, en especial el mapuche. Niega además la larga vinculación entre pobladores de ambas laderas de la cordillera. Oculta el importante rol que la migración chilena ha tenido en la conformación y desarrollo económico y social de la ciudad durante todo el siglo XX y hasta la actualidad. La imagen de ciudad fronteriza y de la cordillera de los Andes como muralla que divide y separa de un “potencial enemigo” también fue construida y reforzada en este contexto de invisibilización de una historia en común, de encuentros.

¿Por qué se habla de “El Alto”?

Se utiliza la expresión “El Alto” para denominar a un conjunto usualmente indeterminado de barrios de sectores populares emplazados en una zona de morrenas, de relieve glaciar. En ocasiones es mencionado incluso como “el barrio alto” como si se tratara de una única unidad espacial. Esta expresión encierra y acalla un sinfín de heterogeneidades en su interior. En primer lugar, hay una larga historia de sectores populares en la ciudad en los cuales los vecinos han luchado para mejorar sus condiciones de vida. También existen diferencias en el acceso a los distintos servicios urbanos y niveles de accesibilidad respecto al área central. El rol del Estado en la planificación urbana, junto a la fuerza del mercado inmobiliario que ha elevado progresivamente el valor del suelo urbano, han gestado una urbe muy compleja de gobernar. Al interior del espacio intraurbano se configuran fronteras materiales e inmateriales que afectan las movilidades de los vecinos. Además, las modalidades de conformación barrial han sido diversas y al analizarlas es posible comenzar a comprender la complejidad que reviste su geografía. En síntesis, no es posible hablar de “El Alto” sin caer en una generalización que reproduce un estereotipo negativo, binario y homogeneizador al mismo tiempo que se refuerza y reproduce el estigma y la vulnerabilidad de los muchos vecinos que allí residen.

¿Cuál sería la sorpresa?

A lo largo del informe se presenta esta realidad recortada y “vendida” como una sorpresa. Me pregunto entonces: ¿Qué es lo que nos “muestra” o quiere mostrar un enfoque de este tipo? ¿Una ciudad escondida “detrás del glamour de una ciudad hermosa”? ¿Existe alguna otra ciudad argentina en la que no existan sectores con altos niveles de pobreza y marginalidad?

La ciudad posee indiscutibles rasgos de desigualdad socioterritorial, profundos, agravados por su topografía accidentada. La imposición de un plano de damero, de cuadrícula, heredado del período colonial funcionó para las ciudades de llanura pero fue completamente problemático para urbes de montaña.

Al mismo tiempo, el diseño urbano pensado para permitir una movilidad por ciertos circuitos turísticos sin observar los barrios populares fue reforzado durante la última dictadura donde se relocalizaron forzadamente asentamientos populares cercanos al lago. Aún así, nada de esto es una novedad.

Décadas de gobiernos, provinciales y municipales, han descuidado la obra pública local, muy costosa también dada la gran extensión del ejido municipal, mayor a 27.000 hectáreas. Al mismo tiempo, debe destacarse que se han realizado avances notables en materia de regularización dominial y mejoramiento barrial en los últimos años. Son temáticas complejas que deberían ser abordadas con la seriedad y compromiso que ameritan.

Frente a este panorama surgen interrogantes acerca de cuál es la motivación en “dar a conocer la otra cara” de la ciudad, cuál es la responsabilidad de los medios de comunicación masivos en la reproducción de las desigualdades de las ciudades. De qué manera los medios invisibilizan y visibilizan características según la funcionalidad a su discurso. Al mismo tiempo, y considerando que esta nota fue emitida en plena temporada invernal, período en el cual la ciudad recibe una gran porción de sus ingresos turísticos anuales: ¿qué impacto puede tener una nota de este tipo al inicio de la temporada alta para un destino turístico?

La intencionalidad en los medios de comunicación no es novedosa. El discurso es una arena de lucha por la imposición de un sentido. Aún así es posible que desde las distintas Ciencias Sociales, en particular, desde la Geografía, seamos capaces de hacer y hacernos estas preguntas. Pensemos que la pobreza y la marginalidad tienen un sustrato material evidente, y urgente en muchos casos, sin olvidar que también existe un plano simbólico de gran peso. Consideremos quiénes son finalmente los que tienen el poder de construir, destruir y/o reconstruir los imaginarios geográficos, la imagen espacial de un destino turístico, de una ciudad y de sus vecinos. ¿Cuán habilitada está la heterogeneidad, la complejidad y lo diverso en los medios de comunicación? ¿Qué impactos tiene o puede tener esta simplificación, reduccionista y reforzadora de desigualdades, en las sociedades?

Para conocer el informe periodístico que motivó la redacción de esta nota: https://www.youtube.com/watch?v=rfFZxBpKyG0

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