Biodesarrollo

Biodesarrollo

2.2.14 > Página/12 > Cash

por Alberto Díaz, Graciela Gutman y Pablo Lavarello

 

La biotecnología es una disciplina que afecta a nuestra vida cotidiana de manera directa e indirecta. Su importancia para la industria, la producción en general y la economía de nuestro país sigue siendo poco visible, salvo en el caso del sector agrícola, con el uso de semillas transgénicas, debido a su impacto comercial y político, y por las discusiones tecno-socio-ambientales que ha provocado. Asimismo, existe un conjunto de actividades que, con la creación o la utilización de las nuevas herramientas biotecnológicas, producen bienes y servicios a partir de bioprocesos, dando lugar a la emergencia de la denominada biotecnología industrial (BI).

La aplicación de la moderna biotecnología industrial en el sector salud (biofármacos, vacunas, diagnósticos), que se desarrolla aceleradamente en el mundo impulsando su uso en otros sectores productivos, surgió muy tempranamente en nuestro país, pocos años después que en los Estados Unidos. Dada su experiencia previa en la producción de productos biológicos, la Argentina comenzó a adoptar técnicas biotecnológicas para la producción de biofármacos ya hacia mediados de los años ‘80. En los últimos diez años, impulsadas por la búsqueda de nuevas fuentes para la obtención de energía y productos químicos basados en materias primas renovables, han ido creciendo a nivel internacional las inversiones, las investigaciones y la creación de empresas (o bien la fusión de empresas existentes o su compra) en otras aplicaciones de biotecnología industrial. Se trata de la biotecnología aplicada a la bioenergía (alcohol, biodiésel), la biorremediación, la producción de biomateriales, enzimas e ingredientes para la industria alimentaria y otras industrias, la biominería, la química fina y otras aplicaciones industriales, producciones en su mayor parte todavía incipientes, llamadas muchas veces biotecnología blanca.

Sin embargo, las oportunidades de la biotecnología no son iguales en las distintas aplicaciones. En aquellos sectores en los que las nuevas tecnologías no desplazan a las tecnologías existentes, sino que son altamente complementarias con las mismas, y exigen una elevada escala mínima para su producción, las empresas multinacionales (EMN) líderes tienen grandes chances de absorber rápidamente las nuevas tecnologías e impedir la entrada de nuevas empresas de países periféricos. Este es el caso de algunas aplicaciones de la biotecnología industrial, en las que las posibilidades de inserción de países periféricos se han visto limitadas frente al avance de las EMN. En nuestro país esto ha sucedido con las biotecnologías extractivas de enzimas para convertir el almidón en jarabes con alto contenido de fructuosa, adoptadas inicialmente por una alianza entre el grupo nacional Arcor y una empresa especializada de Estados Unidos, pero que luego fue adquirida por la multinacional Genencor (hoy bajo el control de Dupont).

seguir leyendo >>